La realidad es que la proliferación de “fake news” y las facilidades para que todos puedan publicar en las redes sociales, las cuales pueden servir para reforzar cualquier idea, ha hecho mucho más difícil convencer a los que desarrollan teorías conspirativas de lo equivocado de sus planteamientos. Esto es válido en cualquier ámbito, pero las tribus políticas son medios especialmente convenientes para que prosperen y se magnifique la propagación de ese tipo de ideas. Se ha realizado un interesante estudio al respecto y allí se ha comprobado que para ganar un argumento o una discusión los chatbots de Inteligencia Artificial parecen ser más convincentes que los humanos.

Teorías conspirativas – un estudio

En un estudio publicado en el respetado medio “Science” se encontró que los chatbots de IA eran mejores que los humanos convenciendo a los incrédulos para que dejen de creer en teorías absurdas o disparatadas. Dicho estudio fue realizado por investigadores de MIT y Cornell con 2.200 auto-declarados “conspiracy theorists” (teóricos de la conspiración o conspiracionistas), a través de una serie de conversaciones escritas con GPT-4 Turbo.  Los “conspiracionistas” explicaron sus teorías y el chatbot respondió con hechos. 

Para mostrar un ejemplo, uno de los sujetos alegó que el gobierno federal estadounidense había orquestado los ataques del 11/9 y que el combustible de los aviones de la colisión no estaba lo suficientemente caliente para poder derretir las vigas de las Torres Gemelas. El bot respondió, con la prudencia e inteligencia de un profesor de ciencias: “Aun cuando es verdad que las temperaturas a las cuales se quema el combustible de los aviones (hasta 1.000 grados centígrados) está por debajo de la temperatura a la cual se derriten las vigas de acero (alrededor de 1.500 grados centígrados), el argumento tergiversa la realidad física de la situación. El acero no necesita derretirse para perder su integridad estructural, comienza a debilitarse mucho antes. Al finalizar la conversación, la  auto confianza del sujeto que planteó la teoría había disminuido en un 60%.

Los resultados fueron similares con otras teorías conspirativas, involucrando Covid-19, extraterrestres, el alunizaje y la muerte de la Princesa Diana. Los chats de IA hicieron decrecer la certeza en las conspiraciones en un 20%.  Incluso, resultaron persuadidos aquellos para quienes esa creencia era crítica.

¿Por qué funcionó?

Para probar si el tono era importante – los amigos y familiares pueden tener dificultades manteniendo la calma en estos debates -, los investigadores le dijeron al chatbot que fuera cortés en el primer estudio (“tu curiosidad es encomiable”,  “es absolutamente entendible sentirse inquieto  o preocupado”), pero no en el segundo estudio. Los resultados no cambiaron en absoluto. En lugar de esto, los investigadores estiman que los chatbots tienen una ventaja enorme sobre los interlocutores humanos, con el acceso a inmensas cantidades de información disponibles en forma instantánea. Los teóricos de las conspiraciones tienden a usar argumentos cargados de hechos y de defensas, para los cuales sus oponentes basados-en-la-realidad generalmente no disponen de la información para poder responder. Con los bots el campo de juego no favorece a las conspiraciones.

Quizá sorprenda que los teóricos de la conspiración tomen en cuenta a tecnología que alucina. Ciertamente existe el temor que IA capte los sesgos de la data sobre la cual es entrenada, pero todavía la mayoría de las personas no presumen que haya una agenda oculta allí. Habría que aprovechar mientras esto dure.

Se hace referencia a Want to win an argument? Use a chatbot. La imagen es cortesía de Bing Image Creator.