Como el sistema financiero está tan integrado a la economía, las tendencias innovadoras tienden a generar turbulencia. La llegada de las tarjetas de crédito en los años ‘50 revolucionó las compras y también provocó la cultura de endeudamiento del consumidor. La titularización lubricó los mercados de capital en los ’80, pero también alimentó la crisis de las hipotecas sub-prime. Adicionalmente, la banca ha llegado tarde a la era del teléfono inteligente, en buena parte debido a que los emprendedores han sido desanimados por las regulaciones.

A través de los dos últimas décadas hemos visto como los servicios digitales han ido transformando la economía y la vida de las personas. Empresas gigantes en retail, manufactura de automóviles y en medios han sido cuasi humillados por nuevos competidores. Un solo sector ha resistido el tumulto circundante: la banca. Finalmente la tecnología está comenzando a sacudir a la banca y ya existen ejemplos de ello: en Asia los apps de pagos tienen más de 1.000 millones de usuarios, en Estados Unidos el 49% del público accede al banco a través de teléfonos inteligentes y los mega-fabricantes de tecnología están comenzando a aparecer en el panorama bancario (Apple presentó una tarjeta de crédito con Goldman Sachs, Facebook propone un servicio de pagos para compra de tickets y la cancelación de facturas).

Nuevos modelos de negocios

En Asia, las Apps de pago son empaquetados con comercio electrónico, chateo y servicios de transporte compartido ofrecidos por empresas como Alibaba, Tencent y Grab. Esas redes se conectan con los bancos, pero compiten por el control de la relación con el cliente. En América y Europa, los grandes bancos todavía mantienen control relativo y están apurando la oferta de productos digitales, mientras los Neobancos (exclusivamente móviles) están comenzando a tocar sus bases de clientes.

 

Riesgos para los bancos

Los jóvenes ya no usan los bancos de sus progenitores y las megaempresas de tecnología en los cuales las personas confían, como Apple y Amazon, son candidatos naturales para desarrollar extensiones financieras. Buscando no perder la oportunidad, los cuatro bancos americanos más grandes están invirtiendo más US$25.000 millones anuales perfeccionando aplicaciones para clientes y para minería de data más ingeniosa e inteligente. Por supuesto, el cambio implica riesgos. La banca tradicional necesita reinventarse para sobrevivir la re-estructuración del sector, donde las opciones incluyen una co-evolución de Banca Tradicional, Fintech, NeoBancos y Consumidores con desarrollos en cada país moldeados por la fuerza de los bancos existentes, las peculiaridades del mercado local y la actitud de los reguladores.

Beneficios del cambio tecnológico

Los beneficios que implicaría un sistema financiero más ágil, amistoso para el usuario y más abierto más que superan los riesgos. Una revolución en finanzas ofrecería una de las mejoras formas de fortalecer la economía y distribuir los beneficios. Los costos disminuirían con el cierre de sucursales, el retiro de sistemas de mainframe y la disminución de la burocracia. El servicio mejoraría. El sistema distribuiría más equitativamente el capital. El fraude se detectaría con mayor facilidad. Las personas tendrían mejor acceso al mundo financiero. Empresas con buenas ideas deberían conseguir préstamos con mayor rapidez, potenciando el crecimiento.

Liderazgo de China

Ant Financial nace en 2011, dentro de Alibaba, y es hoy en día una de las empresas financiera más grandes del mundo, con un valor estimado de US$150.000 millones. Conjuntamente con su rival WeChat Pay, han transformado el comercio y la vida cotidiana en China. Le han permitido a China saltarse etapas y entrar directamente a pagos móviles usando códigos QR, ignorando las tarjetas de crédito y débito. La opciones que ofrecen sus Apps son innumerables e incluyen la compra de boletos para vuelos, trenes y películas, la solicitud de un taxi, el pago de una cuenta de electricidad, ordenar comida y mucho más.  Ofrece crédito a consumidores, crédito a empresas PyME y posibilidades de inversión. Su crecimiento ha sido tan impresionante que los reguladores chinos han tratado de frenarlos, con límites diarios en las transferencias.

El enfoque de “Plataforma” de Ant, que permite seleccionar y mezclar productos financieros y no-financieros de otras empresas, representa un reto al control de la cuenta corriente que es central para la relación de las personas con su banco en los países desarrollados. Si se fractura ese núcleo, a los bancos les sería muy difícil vender préstamos, hipotecas o seguros y generar márgenes en las diferencias en tasa de interés o hacer cargos importantes por servicios ocasionales como cambio de divisas o sobregiros.

Se hace referencia a “Digital disruption is coming to banking at last” https://econ.st/2V5poVz y “Young people and their phones are shaking up banking” https://econ.st/2LG5MYy.