La Sociedad del Conocimiento está en plena marcha, las cosas cambian muy rápidamente y además ello afecta a la sociedad en su totalidad, así como a la economía. También implica que todos los sectores se transforman y las organizaciones para tener éxito, e incluso para sobrevivir, requieren innovar y esta depende de personas que estén dispuestas a crear una nueva realidad. Para el desarrollo de la innovación, los enfoques aplicados en las últimas décadas se han dirigido hacia el desarrollo de procesos y culturas organizacionales que sean propicios para crear y mantener un ambiente apropiado para la innovación. Ahora bien, más recientemente se ha detectado en el ambiente corporativo que la formación de pequeños equipos para la innovación son los que producen mejores resultados. Como un importante refuerzo a dichas experiencias, en el mundo académico se realizó un estudio completo y profundo sobre innovación que corrobora ese hecho con importantes hallazgos.

Innovación

Frecuentemente pensamos que las ideas llegan directamente desde nuestros cerebros totalmente conformadas y que la inspiración de golpe nos ilumina y asombra en momentos y lugares sorprendentes. Sin embargo, las ideas no arriban desde y hacia un vacío. Existe un proceso iterativo de inspiración, prueba, error, sudor, inspiración, prueba, error y de continuos intentos…

La innovación es un planta que debe ser cuidada y nutrida.  Requiere originalidad, auto-expresión, asumir riesgos, autonomía e imaginación. Todo el proceso creativo – iluminación, preparación, incubación y verificación – está compuesto de múltiple procesos cognitivos y emocionales inter-relacionados, y adicionalmente requiere de un tejido social.

Innovación en el Corporativo

Las grandes corporaciones deben coordinar muchos silos para simultáneamente escalar y personalizar las ofertas innovadoras y ello ha provocado que los equipos de innovación crezcan en forma incesante. Cuando no se definen y alcanzan ciertas metas, un núcleo inicial de 7 individuos puede fácilmente convertirse en uno de más de 70 en cuestión de meses. También, los psicólogos han determinado que las personas trabajando en grupos más grandes tienden a generar menos ideas que en grupos pequeños o trabajando solos y que son menos receptivos a ideas externas. Se trata de un fenómeno contra-intuitivo.

Las iniciativas de innovación que eran manejadas por docenas de personas hace una década están ahora en manos de un puñado. La experiencia indica que el tamaño más pequeño asegura mayor velocidad y agilidad en la decisión de innovación. En lugar de aparecer una explosión de equipos virtuales, han emergido equipos que en forma ingeniosa han extendido su alcance dentro y fuera de la empresa. Estos usan tecnología  innovadora la cual minimiza la necesidad de adicionar recursos al equipo principal. Se nota allí claramente la aplicación de los principios “’Agiles” y  de “Programación Extrema” del sector software. 

Tamaño del equipo de innovación académico- Estudio

Las ciencias modernas son un deporte de equipo y a través de las últimas décadas la composición de dichos equipos se había desplazado de un pequeño grupo de colaboradores a consorcios de un tamaño cada vez mayor.  Esta tendencia ha llevado a los científicos a examinar los méritos relativos de grupos pequeños comparados con grupos grandes y a realizar un estudio con este objetivo. Los investigadores detectaron que mientras más pequeño el equipo trabajando en un problema, mayor la probabilidad que haya soluciones innovadoras generadas. Grandes consorcios siguen siendo impulsores del progreso, pero son más idóneos para confirmar o consolidar hallazgos innovadores que para generarlos.

Método del Estudio

Se hizo minería desde tres extensas bases de datos: el “Web of Science”, con más de 42 millones de artículos publicados desde 1.959, la Oficina de Patentes de Estados Unidos con 5 millones de patentes aprobadas desde 1.976 y Git Hub con 16 millones de proyectos de software publicados desde 2.011. Allí se analizaron las citas generadas por cada publicación o proyecto. El indicador crucial es el contenido de las citas, no la cantidad de las mismas.

Las contribuciones verdaderamente originales, como la Teoría de la Relatividad de Einstein (publicada el año 2015), son citas mencionadas extensamente en publicaciones posteriores. Pero, esas mismas publicaciones no citan las investigaciones mencionadas en el trabajo original: por ello ese trabajo es una clara ruptura con el pasado. Como contraste, artículos incrementales tienden a ser citados en forma amplia en trabajos posteriores, pero son referenciados conjuntamente con un buen número de su propia lista de citas.

Tomando como base dichas diferencias en el contenido de las citas se valoraron las publicaciones y proyectos contra una medición de “disrupción”. Las publicaciones que generaron Premios Nobel tienden a estar en el tope de la escala de disrupción y se detectó un patrón claro: hay una mayor probabilidad que equipos pequeños produzcan hallazgos novedosos que los más grandes.

Se hace referencia a “Can Big Science Be Too Big?”  https://nyti.ms/2E9MxB6, “Innovation Incubation” y “Smart Innovators Value Smaller Teams Over Better Processes” .