Recientemente la mayoría de las empresas han visto afectados sus negocios e indudablemente la economía es parcialmente responsable, por la creciente inflación y por la contracción de los mercados globales. Después de un largo período de crecimiento en los mercados financieros, el sector tecnológico finalmente está enfrentando una fuerte corrección. A pesar de que Alphabet, Amazon, Apple y Microsoft han continuado generando utilidades importantes, pero también han perdido US$2 trillones en valor de mercado en los últimos 12 meses. Sin embargo, el problema es probablemente mayor para algunas de las empresas de tecnología, más pequeñas e igualmente importantes. Más allá de las diferencias superficiales, el modelo de negocios de empresas como Snap, Netflix y Uber descansa sobre los mismos pilares inestables y tambaleantes.

En particular, tres modelos de negocios adoptados por empresas que nacieron después del “dotcom crash” del año 2001 están perdiendo fuerza: los “transportadores” ( los que mueves personas o cosas en las ciudades), los “streamers” (que ofrecen música y televisión en línea) y los “escarbadores” (que ganan plata observando a los usuarios y vendiendo publicidad específicamente enfocada). En el último año, empresas que simbolizan esos tres modelos de negocios – Uber y DoorDash; Netflix y Spotify; Snap y Meta – han perdido dos terceras partes de su capitalización de mercado.

La situación para estas podría empeorar todavía más. Uber, a pesar de ser el líder en el transporte privado global, estará reportando otro trimestre de flujo de caja negativo. En sus 13 años de existencia ha consumido US$25.000 millones en efectivo, lo cual equivale aproximadamente a la mitad de su valor de mercado actual. Door Dash, el líder en entregas de comida también continúa generando pérdidas. Una situación similar se repite en Spotify (a pesar de un crecimiento decente) y en Snap (con decrecimiento fuerte de ventas). Netflix, un “streamer” desde 2007 ha logrado generar utilidades, pero su crecimiento en ventas disminuyó a 6% en el  3er. trimestre, contra un histórico de 20%. En Meta, las ventas se han contraído en forma consecutiva en los dos últimos trimestres.

En apariencia, “transportadores”, “streamers” y  “escarbadores” parecen diferentes. Sin embargo, al analizarlos más de cerca, sus negocios tienen los mismos obstáculos y peligros basados en una expectativa exagerada en los efectos de red, en barreras de entrada bajas y en la dependencia en las plataformas de otros:

Expectativa exagerada en los efectos de red

La idea central es que el valor del producto aumenta con el número de usuarios y cuando estos exceden un cierto umbral la fuerza de inercia se genera un ciclo de crecimiento que se autoperpetúa.  Eso explica la razón por la cual muchos emprendimientos buscan crecimiento a cualquier costo, gastando fortunas para tratar de alcanzar ese umbral. Los efectos de red son reales, pero también tienen sus límites.

Uber pensó que su ventaja inicial con el “taxi conveniente” era el camino directo al éxito: mientras más pasajeros y conductores tuvieran, habría menos tiempo ocioso para cada grupo y ello atraería más usuarios en una espiral imparable. En lugar de esto, se encontraron con rendimientos decrecientes en función a la escala: reducir el tiempo promedio de espera de dos minutos a uno requería el doble de conductores, aun cuando los pasajeros percibirían poca diferencia. Los clientes de DoorDash no necesitan un número ilimitado de restaurantes de comida india para elegir. Además los efectos de red de mayor impacto son locales, a un usuario en Nueva York poco le importa la popularidad del App en Los Angeles.

Spotify y Netflix también trataron de aprovechar los efectos de red, con data cuasi ilimitada sobre los hábitos de lo que los usuarios escuchaban y veían. Para Netflix  esa “precisa” información del comportamiento de los usuarios, buscando ventajas competitivas en contenido,  se estrelló con ofertas como “True Memoirs of an International Assassin” con un rating de 0% en una página de reseñas importante. Para los “escarbadores”, cuyas redes sociales son el ejemplo clásico de los efectos de red, la preocupación ahora es que esa fuerza de inercia se invierta. Meta ya tuvo su susto en el 4º. trimestre de 2021, cuando perdió 1 millón de usuarios.  Esa pérdida no se convirtió en una estampida, lo cual no garantiza que ello no ocurra en una próxima ocasión.  

Barreras de entrada bajas

Los avances en tecnología, desde los teléfonos inteligentes hasta la Nube, le han permitido a todo tipo de emprendedor (incluyendo “transportadores”, “streamers” y  “escarbadores”) crear software en forma muy rápida y con muy poca inversión. Pero también significó que todo tipo de imitadores comenzaron a emerger y el dinero relativamente fácil de alcanzar les permitió ofrecer descuentos generosos y así poder construir la escala mínima necesaria.

Aun cuando Uber enfrentó un solo rival real (Lyft) en el mundo de los taxis en el mercado estadounidense, su expansión global se encontró con rivales locales como Didi en China o Grab y Gojek en el sureste de Asia. La combinación de productos relativamente simples y de una experiencia de usuario libre-de-cargo implica que una contorsión adicional en las redes sociales puede ser suficiente para que un nuevo retador gane impulso: basta con tratar de alejar a un adolescente de TikTok.

Las barreras de entrada para los “streamers” son más altas y  Netflix y Spotify invierten mucho dinero creando o licenciando contenido. Pero la barrera no es inalcanzable, especialmente para rivales con mucho capital. Disney ha invertido un total de US$30.000 millones por año y para enfrentarlo Netflix a su vez ha necesitado invertir US$17.000 millones por año. Los servicios de streaming de Disney han perdido US$1.100 millones en el segundo trimestre de este año y la empresa ha anunciado que seguirá perdiendo dinero hasta 2024. La fuerte inversión necesaria explica la razón por la cual el flujo de caja libre de Netflix equivale solamente al 6% de la venta.

Dependencia en las plataformas de otros

El riesgo es incrementado cuando los modelos de negocios dependen de las plataformas de otros. Uber y DoorDay pagan una muy alta comisión para publicitarse en las tiendas de Apps de IPhone y Alphabet. Spotify debe pagar 15% de comisión por suscripciones compradas a través de iPhones – una imposición tan alta que ha obligado a Spotify a presentar una queja legal contra Apple. Netflix evita la comisión forzando a los usuarios a inscribirse a través de su página web, lo cual transfiere la irritación al usuario, seguramente haciéndoles perder suscripciones potenciales.  

Los más afectados son los “escarbadores”, donde su dependencia en el duopolio iPhone-Android es una amenaza existencial. El requerimiento más reciente de Apple es que sus usuarios le den permiso al iPhone para hacer seguimiento de su actividad en otras apps y páginas web (acción ya replicada por Alphabet) le costará a Meta un estimado US$10.000 en ventas perdidas. En el caso que Apple y Alphabet se vean obligados a expulsar a TikTok de su tienda, por sus propietarios chinos, este se vería seriamente afectado también.

Los diferentes modelos de negocio no enfrentan retos en forma balanceada. Los “transportadores” estarían mejor si hubiera barreras de entrada significativas. Los “streamers” podrían alejar nuevos competidores si los efectos de red fueran más fuertes. Los “escarbadores” estaban muy bien hasta que Apple y Alphabert arruinaron la fiesta. Tener un pilar tambaleante es problemático, pero enfrentar tres es un reto mayor para evitar el desastre

Se hace referencia a What went wrong with Snap, Netflix and Uber?. También aparece en mi Portal .  Asimismo hay varios artículos relacionados ,  Meta will lay off 13% of its workforce,   y .   La imagen es cortesía de flickr.