Los requerimientos de la tecnología, aumentados ahora por las exigencias de Inteligencia Artificial, hace que ciertos metales sean críticos para el sector de la tecnología, para los vehículos eléctricos y también para otras necesidades. Se estima que se requerirán en el mundo entre 34 y 195 nuevas minas grandes de cobre, desde ahora hasta el año 2050, equivalentes a entre 1 y 6 minas nuevas anuales. Con la minería tradicional existente es imposible lograr eso.  Mucho antes que el alambre de cobre anunciara la era moderna de la electricidad, el cobre era esencial en la fabricación de herramientas en la Edad de Bronce. La mayoría de las minas de cobre que se han explotado históricamente habían sido detectadas por las personas locales y habían sido explotadas por siglos.

Este último año, un equipo de expertos en datos, y mirando sus pantallas en California pudieron ver aparecer una fortuna subterránea.  La imagen provenía de Zambia, a 16.000 Km. de distancia y a una profundidad de una milla. Se trataba de una veta de cobre, cuyos contornos eran revelados por una tecnología potenciada por IA en la cual venían trabajando desde hace años. El descubrimiento es probablemente el mayor que ha ocurrido en décadas. La mina producirá por lo menos 300.000 toneladas anuales de cobre, una vez que esté totalmente operativa y corresponde a un valor de miles de millones anuales por décadas.  En dos décadas de producción produciría suficiente cobre para 100 millones de baterías para los actuales vehículos eléctricos. Se trata del primer éxito confirmado de la empresa, que espera poder transformar radicalmente la forma en la cual se descubren metales críticos. La empresa KoBold estará invirtiendo US$2.300 millones en esta primera mina y está negociando complejas asociaciones con contratistas y estados. Está contando con el financiamiento del gobierno estadounidense de una nueva vía ferroviaria para la exportación del metal. Además, pronto estarán expuestos a las presiones sociales y ambientales de este tipo de proyecto. 

La minería y el detector de muones

La tecnología utilizada incluye un dispositivo que debería ser útil para ubicar elementos valiosos de la tabla periódica. El dispositivo se coloca dentro de un hueco perforado, donde puede identificar muones, partículas subatómicas infinitesimales, y enviar mediciones de densidad sobre lo escondido en ese mundo subterráneo. Es una técnica nueva para la minería, pero ha sido probada en otras funciones: ha servido para encontrar la ubicación de cámaras funerarias en las pirámides egipcias. Su data se agrega a los viejos mapas y reportes mecanografiados que se están digitalizando y a las lecturas de radar y magnéticas captadas por Cessnas que recorren territorios promisorios. Todos estos conforman la base datos TerraShed que alimenta los modelos tridimensionales que se utilizan. El descubrimiento de otros materiales para las baterías representan un reto mayor.  Por ejemplo, el litio solo se comenzó a buscar en forma amplia hace pocas décadas y existe menos historia  disponible. 

Las complejidades geopolíticas

Estados Unidos y China cada vez más frecuentemente se enfrentan por el acceso global a los minerales que se requieren para fabricar tecnologías de energía limpia, para centros de datos, para armas avanzadas. La escasez de estos puede frenar el sector tecnológico estadounidense.  Se necesitan cientos de minas nuevas de cobre, cobalto, litio y níquel. Por su lado, China ha venido invirtiendo fuertemente en minería global y procesamiento de metales y controla de 20% a 80% de las distintas cadenas de suministro globales. Estados Unidos tiene relativamente pocas plantas de procesamiento y minas, locales o extranjeras, para los metales que requieren las baterías.  Es una situación que necesita remediar urgentemente.

Se hace referencia a A.I. Helped to Find a Vast Source of the  Copper That A.I. Needs to Thrive. También aparece en mi Portal . La imagen es cortesía de Bing Image Creator.