El sistema de taxis licenciados es terrible para los usuarios en muchas partes del mundo. Muchas ciudades limitan el número de permisos, garantizando con ello que el sistema favorezca a los conductores, en detrimento de los usuarios. Cómo una prueba fehaciente de cómo se puede limitar la oferta frente a la oferta , basta con considerar esta situación en la ciudad de Nueva York. En 2.014 el distintivo para operar un taxi en la ciudad se vendía por más de un millón de dólares cada uno. Cualquier pasajero que tratara de conseguir un taxi en una mañana lluviosa en la ciudad podía confirmar que el sistema estaba confabulado contra el cliente.
En buena parte del mundo el sistema de taxis ha sufrido disrupción, donde empresas como Uber han tenido éxito ya que se han puesto definitivamente del lado del cliente. Esta nueva forma de transporte compartido, a través de una App, es barato, conveniente y confiable. Esas son las razones por las cuales es odiado por los taxistas tradicionales.
Importantes ciudades , desde Londres hasta Hong Kong, han sido testigos de protestas por parte de los taxistas, frecuentemente apoyados por poderosos sindicatos, tratando de proteger su cómodo monopolio. Felizmente para los pasajeros la mayor parte de esos esfuerzos han fracasado. Desde que Uber y otras empresas han incursionado en ciudades como Nueva York, el valor del distintivo ha disminuido en más de 50%, así como el número de pasajeros mojándose en la lluvia a la espera de los taxis que nunca llegaban por la comodidad de los conductores.
Lamentablemente el app todavía está prohibido en algunos países. El columnista viajo a España, uno de los países rezagados. Al aterrizar después de la medianoche, era necesario prepararse para la larga cola alrededor del terminal, tal como se puede ver en la imagen. Una perspectiva muy deprimente a las 1:30PM de la mañana!!
Uber indica que España es el único país importante en Europa que no le ha permitido operar. El año 2.014 un juez sentenció que la empresa representaba competencia desleal para los conductores de taxis. Uber ha seguido intentando entrar en Barcelona y otras ciudades. Los taxistas, naturalmente entusiastas con las largas colas por sus servicios, han continuado resistiendo.
La llegada de Uber en una ciudad puede tener un efecto más profundo que simplemente facilitar la vida o aumentar la productividad, en la medida que la gente le dedique menos tiempo a la búsqueda de un traslado. Un estudio reciente demostró que cuándo Uber se instala en una ciudad estadounidense los ingresos de los taxistas disminuyen 10% en comparación con las ciudades en las cuales no están presentes. Sin embargo, mientras la cantidad de taxis no es afectada, el número de conductores independientes aumenta en un 50%.
Ciertamente, la vida para esos conductores adicionales es más difícil que para un taxista licenciado y seguramente algunos de esos conductores no están satisfechos. Pero muchos otros parecen apreciar la libertad de trabajar cuándo y dónde deseen. El artículo original aparece en http://econ.st/2mGjXvg.
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