En tiempos recientes la habilidad blanda que se consideraba más importante podía ser la comunicación o la sinceridad, pero ahora es la flexibilidad, un componente determinante de la resiliencia. Era algo que estaba en marcha, pero el vuelco se terminó de materializar, cuando las organizaciones tuvieron que adoptar una posición proactiva y hacer la transición al modo de operación remoto. Simultáneamente, muchas organizaciones tienen empleados que no están en capacidad de adaptarse a las nuevas condiciones de trabajo y los retos asociados. Las dificultades en el manejo de este balance vida-trabajo se transforman en agotamiento físico y emocional. A esto hay que agregar a aquellos que no tienen la motivación interna y la disciplina para el trabajo y requieren control y vigilancia constante.
El ambiente actual y la necesidad de cambio
Los trabajadores en las oficinas necesitan lidiar con una multitud de tecnologías. Deben saber cómo levantar la mano (y simultáneamente silenciarse) en Zoom, deben hacer seguimiento a los cambios en un documento en Word o Google y hacer cálculos financieros en una hoja de cálculo. Deben saber moverse entre aplicaciones y hacerlo varias veces en una hora. Deben aprender a usar (o por lo menos entender) una nueva jerga. Deben ajustarse a la desaparición de las barreras entre la vida en casa y la oficina. También el arribo del correo electrónico, la mensajería y los teléfonos inteligentes implican que pueden ser contactados a cualquier hora del día o la noche.
Pero la necesidad de cambio no se limita a la oficina. Los que trabajan en manufactura deben enfrentarse a nueva técnicas y nuevas máquinas. En los países desarrollados, los empleos en manufactura representan el 22.6% de la fuerza laboral, cuando eran el 30.2% hace 30 años. Los trabajadores del detal deben enfrentar códigos de barra, cajeros automáticos y pagos sin-contacto.
Cambios culturales
A través de los años, los empleados (especialmente masculinos) han tenido que adaptarse a nuevas normas sociales. Hay tipos de comentarios hacia mujeres, que antes eran aceptables, ahora se consideran degradantes. Los almuerzos acompañados de alcohol que eran estándar ahora son desaprobados. Los empleados han tenido que ajustarse a muchas culturas corporativas durante su carrera. En Estados Unidos para los mayores de 25 años, la media de permanencia en una empresa es de 5 años. De manera que en una carrera de 40 años, un empleado puede haber trabajado en 10 empresas distintas. Encima de ello, con la globalización también han tenido que aprender a tratar con clientes y suplidores de diferentes países y colegas trabajando en diferentes zonas horarias.
¿Es desarrollable la flexibilidad?
Para rematar, durante la pandemia los trabajadores han tenido que demostrar todavía más flexibilidad, manteniendo contacto con sus colegas mientras lograban ser productivos. Todo esto al mismo tiempo que cuidaban a sus hijos, dentro de la necesidad de evitar infectarse. Es un extraordinario tributo al trabajador el hecho que se haya ajustado espléndidamente a todos estos cambios.
La flexibilidad es un rasgo que se puede desarrollar. Hay quienes opinan que en la edad madura, la flexibilidad comienza a disminuir y que la capacidad cognitiva disminuye con la edad. Es un tema que todavía requiere mucho más estudio, ya que también existen estudios como el descrito en que muestran que la mejor edad es a los 60-70 años (cuando el ser humano pone a funcionar ambos lóbulos del cerebro). En todo caso, la flexibilidad es necesario desarrollarla y para lograr ello en el ambiente de trabajo hay que focalizarse en tres tipos de flexibilidad:
- Flexibilidad cognitiva – Cuándo un empleado necesita resolver una tarea, su responsabilidad es analizar el problema desde diferentes ángulos y proponer una solución. El tipo de preguntas que debe hacerse incluye: ¿Se puede considerar el problema desde otra perspectiva? ¿Para completar la tarea hay otras formas de implementación? ¿Qué debe hacer para obtener un mejor resultado? ¿Qué cambio se debe considerar tomando en cuenta las circunstancias? Para el supervisor se trata de aplicar una estrategia de asistencia-gerencial y allí la pregunta se convierte en ¿Cómo poder ayudar para que el otro complete el proyecto?
- Flexibilidad del comportamiento – Otra forma efectiva de cultivar la flexibilidad es a través del sistema de ingresos de la persona, donde se le puede garantizar un cierto grado de estabilidad y se le generan oportunidades para motivarse y así se contribuye al desarrollo de la flexibilidad del comportamiento. Existen múltiple mecanismos y entre ellos: (a) Ingreso fijo y participación en las ventas o margen bruto, (b) Ingreso fijo y participación en la utilidades y (c) Reconocimiento a través de bonos por logros.
- Flexibilidad emocional – Es la flexibilidad que contribuye a la habilidad del empleado a relajarse, concentrarse en sus reacciones a los estímulos y en ver la realidad dentro de un contexto más amplio. La flexibilidad emocional presume que un empleado es capaz de moverse dentro de emociones que pudieran desestabilizar sus actividades profesionales y desembocar en ansiedad, desánimo, depresión, apatía, desilusión o fatiga crónica. Para el desarrollo de esta habilidad la forma más directa es a través del entrenamiento. La indirecta conlleva delegar más libertad a los empleados, incrementando su involucramiento en el proceso de toma de decisiones. Esto último debería llevar a un sentimiento de aceptación y autoimportancia.
Se hace referencia a y Flexibility is the key to success. También aparece en mi portal . La imagen es cortesía de pxfuels.
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