Estrés es una de las palabras que más frecuentemente escuchamos y asimismo una de las condiciones más comunes en el mundo moderno relacionadas al estrés es el Agotamiento Emocional (Burnout). El Agotamiento Emocional se encuentra asociado al trabajo, a la vida cotidiana y el consiguiente desgaste físico y emocional. El aumento del énfasis en la productividad, el hecho que es más difícil que nunca dejar el trabajo en la oficina y el uso excesivo de las redes sociales y de los correos electrónicos, puede colocar a las personas en un estado permanente de «pelear o huir» y así agotar las reservas individuales. Si se sufre este tipo de presión día tras día, las hormonas del estrés aumentan.
En realidad, todavía no comprendemos totalmente el Agotamiento Emocional, pero sabemos que es debilitante y que frecuentemente viene acompañado de dolor, debilidad muscular, insomnio, niebla cerebral y depresión. Se considera que el Agotamiento Emocional tiene un origen psicológico y las curas para el agotamiento emocional son específicas, la persona tiene que aprender a conocer aquello que consume su energía y aquello que la restaura. Algunas personas pueden requerir la estimulación que proveen deportes extremos, mientras que otras prefieren leer un libro. Lo importante es definir los límites entre trabajo y placer.
Ahora bien, el Agotamiento Emocional no debe confundirse con la Condición de Fatiga Crónica (CFC) ni tampoco con la Depresión y trataremos de identificar características de cada uno, así como diferencias.
Agotamiento Emocional y CFC
- La Condición de Fatiga Crónica (CFC) también afecta a millones de personas y sus síntomas frecuentemente son similares al Agotamiento Emocional, las cuales además se pueden solapar con otras condiciones como fibromialgia, depresión clínica, insomnio y otros desórdenes del sueño, anemia y diabetes.
- CFC implica periodos prolongados de fuerte cansancio físico y mental durante al menos seis meses. Siendo los síntomas de CFC y de Agotamiento Emocional parecidos, se trata de trastornos muy diferentes, ya que CFC es de origen médico.
- En el pasado diferentes virus, bacterias, hongos y otros tipos de parásitos han sido identificados como responsables del CFC, así como variados químicos y el trauma físico.
- Una prueba diagnóstica definitiva se había hecho elusiva, pero una publicación reciente muestra que los metabolismos de las persona que sufren CFC cambian en una forma similar. La data sugiere que la enfermedad debería ser definida por esta respuesta celular a los traumas que disparan el CFC, y no por la forma en la respuesta es activada. Dicha respuesta produce una señal química que se podría utilizar para el diagnóstico.
- Será muy útil cuando este descubrimiento lleve a pruebas confiables para detectar CFC, ya que este mismo método se viene aplicando para personas que sufren de depresión, autismo, lesiones cerebrales traumáticas y desórdenes de estrés post-traumático.
Agotamiento Emocional y Depresión
- Aun cuando existen aquellos que opinan que el Agotamiento Emocional es una «versión lujosa» de la depresión para profesionales de alto nivel, ya que sólo los fracasados se deprimen, eso no es cierto.
- La Depresión conlleva una pérdida de autoconfianza e incluso de auto-desprecio, y ése no es el caso del Agotamiento Emocional, donde la imagen sobre uno mismo generalmente permanece intacta.
- La rabia en el Agotamiento Emocional no suele volver a la persona en contra de sí mismo, sino más bien contra la empresa o los clientes para quienes se trabaja, o contra el sistema socio-político o económico.
Se hace referencia a “The reasons why exhaustion and burnout are so common” http://bbc.in/29ZmLxc , “Chronic-fatigue syndrome” http://econ.st/2bNvyTv, “The Tell Tale Signs of Burnout … Do You Have Them? y “Similarities, overlap and differences between burnout and prolonged fatigue in the working population” .
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