Cuándo hace un par de siglos, y sin aviso previo, arribó la Revolución Industrial en Gran Bretaña nadie estaba preparado para ello. La conversión de una sociedad agrícola en una industrial y urbana fue traumática, muchas de las peores facetas que puede mostrar el capitalismo prosperaron en sus inicios y ayudaron a propulsar las ideas comunistas, que tanto daño han hecho a la humanidad. Ahora enfrentamos un reto posiblemente mayor, como usar y adaptarnos a lo que Inteligencia Artificial pueda representar y con mucho menos tiempo disponible para ello que en la primera versión de la revolución industrial. Esta es una situación que muchos de los actores en el mundo real saben que tienen que entender y enfrentar. Por supuesto, nadie tiene la respuesta precisa de lo que nos depara la Inteligencia Artificial ni como enfrentarla. La realidad es que Inteligencia Artificial afectará cada sector de la economía y existe un temor real que Inteligencia Artificial venga a reemplazar muchos trabajos.

En mayo de este año se inició una huelga del Gremio de Escritores de Estados Unidos, con 11.500 miembros y quiénes son principalmente guionistas que son contratados por los estudios de cine y televisión. Inicialmente el tema principal aparentó ser el salarial, pero terminó predominando la definición de como manejar la Inteligencia Artificial en ese campo. La tecnología como una estrategia empresarial constituye una prerrogativa gerencial. Por ello el uso de tecnología, como la de Inteligencia Artificial, es un área gris en el campo de las negociaciones laborales. Históricamente, las empresas típicamente han tomado todas las decisiones relacionadas con la tecnología antes del comienzo de las negociaciones.

Hace unos pocos días se llegó a un acuerdo que finalizó la huelga. Allí posiblemente se establece un precedente para otros acuerdos laborales, para intentar enfrentar la introducción de tecnologías disruptivas en muchos sectores, donde el primero probablemente será el de los actores de la pantalla. Este acuerdo también nos permite comenzar a imaginar cómo podría ser la vida con Inteligencia Artificial a futuro.     

Las partes acordaron que Inteligencia Artificial no es un escritor o guionista. El futuro al cual apunta el acuerdo es uno donde los seres humanos y las máquinas trabajan juntos y contrasta con las muchas reacciones histéricas que se escuchan frente a la tecnología. Algunos de los puntos importantes del acuerdo son:

  • Inteligencia Artificial no puede ser utilizada para escribir o reescribir guiones.
  • Los guionistas no pueden ser obligados a utilizar Inteligencia Artificial.
  • Los estudios le harán saber a los guionistas si reciben material generado por Inteligencia Artificial.
  • Los guionistas están protegidos, por cuanto sin su permiso sus guiones no pueden ser utilizados para entrenamiento en Inteligencia Artificial.
  • Los guionistas pueden utilizar Inteligencia Artificial en la generación de su material.
  • Los estudios no pueden utilizar Inteligencia Artificial en lugar de un miembro acreditado del gremio.
  • Los estudios pueden usar Inteligencia Artificial para generar el primer borrador, pero el guionista que lo recibe tendrá el crédito.

El mundo futuro, con Inteligencia Artificial, es mucho más complejo que lo cubierto por este acuerdo. Este les da cierta capacidad de presión y maniobra a los guionistas estadounidense con los estudios, pero no puede frenar lo que decidan hacer empresas de Inteligencia Artificial que no estén basadas en Estados Unidos

Se hace referencia a Hollywood Writers Reached an AI Deal That Will Rewrite History y Hollywood’s Deal With Screenwriters Just Rewrote the Rules Around A.I.. La imagen es cortesía de Designer.