Es posible que dentro de veinte años podremos contarles a nuestros compañeros y familiares que fuimos testigos del despegue de Inteligencia Artificial. ¿Para el año 2043 cuál podría ser el tamaño de Open AI? ¿Veremos a Sam Altman como una imagen similar a la de Bill Gates, de Steve Jobs, de Mark Zuckerberg o de Elon Musk? Por esas razones parece conveniente conocer un poco mejor y entender a Open AI. Open AI sorprendió a finales del 2022 creando un impacto extraordinario y explosivo al lanzar al mercado a ChatGPT, cuando Google y otros ya habían estado desarrollando y aplicando Inteligencia Artificial por años. Desde la perspectiva de OpenAI ese solo era el comienzo, el objetivo definitivo era cambiar todo.
El lanzamiento de ChatGPT
Hasta Noviembre del año 2022, el conocimiento de la existencia de OpenAI era casi un secreto confinado principalmente a personas del sector de tecnología y del desarrollo de software. Fue en ese momento que OpenAI tomó el dramático paso de liberar un producto para consumidores, construido sobre la iteración más reciente de GPT, versión 3.5. La liberación de ChatGPT fue parte de una estrategia de OpenAI para aclimatar al público a la realidad que Inteligencia Artificial estaba destinada a cambiar sus vidas cotidianas. OpenAI quedó atónita por la reacción pública frente a ChatGPT. La emoción interna en OpenAI estaba más focalizada en la próxima versión GPT-4 y no esperaban que Chat GPT cambiara todo. Nunca imaginaron que crear una interfase comunicacional de fácil uso para un Gran Modelo de Lenguaje (LLM) terminaría siendo tan intuitiva para el uso de todos. ChatGPT resultó sorprendentemente fácil y delicioso , además de increíblemente útil de usar, pero también era preocupante su inclinación a “alucinar”. El clamor se hizo todavía más ruidoso cuando Microsoft liberó una versión de su buscador Bing potenciada por ChatGPT. Microsoft disparó una carrera que obligó a muchas empresas, grandes y pequeñas, a adelantar el lanzamiento de sus productos, sin que necesariamente estuvieran preparadas para ello.
La misión de OpenAI
La misión de OPenAI era construir Inteligencia Artificial General (un concepto que hasta el presente ha pertenecido más al mundo de la ficción que al de la ciencia) y hacerla segura para la humanidad. Las personas que trabajan en OpeAI son fanáticos en la búsqueda de ese objetivo. Tampoco son temerosos de usar la expresión “superinteligencia”. Ellos presumen que la trayectoria de Inteligencia Artificial superará cualquier logro mayor de la biología. Los documentos legales de la empresa estipulan un tipo de contingencia de salida para el momento que Inteligencia Artificial borre todo el sistema económico existente.
El nacimiento de OpenAI
A Sam Altman lo describimos en ¿Inteligencia Artificial libera o condena al mundo: Sam Altman?. Altman comenzó hablando con personas que pudieran ayudarle a fundar un nuevo tipo de empresa de Inteligencia Artificial, una sin fines de lucro que dirigiera el campo hacia una Inteligencia Artificial General responsable. En unos pocos meses había logrado que Elon Musk aportara US$100 millones, y que también lo hicieran Reid Hoffman (US$10 millones), Peter Thiel, Jessica Livingston, Amazon Web Services y Research. A partir de allí, Sam Altman comenzó a reclutar un equipo de máximo nivel. Limitó su búsqueda a creyentes en Inteligencia Artificial General, una consideración que restringió sus opciones, pero que él consideró crítica y finalmente se integraron las siguientes personas claves:
- Greg Brockman, el Director de Tecnología de Stripe.
- Andrej Karpathy, quién había trabajado en Google Brain, la operación de vanguardia en Inteligencia Artificial de Google.
- Ilya Sutskever, un ingeniero nacido en Rusia, y quién fue estudiante excepcional de Geoffrey Hinton, el reconocido padrino de la Inteligencia Artificial, por su trabajo en Aprendizaje Profundo y redes neurales.
OpenAI disponía de US$1.000 millones, un equipo extraordinario de investigadores y una misión noble, pero no tenía idea de que hacer para alcanzar sus objetivos. Sabían que querían hacer, sabían porqué lo querían hacer, pero no tenían idea de como hacerlo. No se quería apostar contra Aprendizaje Profundo. El camino de OpenAI hacia la relevancia se debió a dos hechos: la contratación en 2016 de Alec Radford, cuyo principal interés era la búsqueda de la interacción de las redes neurales con los humanos en una conversación lúcida, y la aparición en 2017 del ahora famoso paper “Atención es lo único que Ud. necesita” (actualmente conocido como el “Transformer paper”) cuyos autores fueron ocho investigadores de Google, reseñados en Today.s Bytes: Las superestrellas de Inteligencia Artificial que Google perdió . Los Transformers permitieron que la red neural pudiera entender y generar lenguaje en un forma mucho más eficiente. Hacía esto analizando trozos de prosa en paralelo y determinando cuales elementos requerían “atención”. Ello optimizaba enormemente el proceso de generar texto coherente para responder a prompts. Ilya Sutskever fue una de las pocas personas que entendió el poder de este excepcional avance.
Este enfoque exigió un cambio de cultura en OpenAI y un foco que previamente no existía. Necesitaban una organización de ingeniería, no podían continuar con un ambiente en el cual cada investigador seguía su propio camino y publicaba papers elegantes. Ahora había que hacer un trabajo más tedioso y menos elegante. Eventualmente este modelo terminó siendo conocido como Inteligencia Artificial Generativa. Para 2018, OpenAI se empezó a focalizar en una forma productiva en Grandes Modelos de Lenguaje. Pero Elon Musk sentía que el progreso no era suficiente y que necesitaba liderazgo para aprovechar la ventaja obtenida. Más adelante Musk diría que la seguridad debería ser una prioridad mayor. En todo caso, su proposición fue tomar el liderazgo y ya que no lo logró, Musk retiró su inversión y dejó a OpenAI en el aire.
OpenAI y Microsoft
Al quedar OpenAI a la deriva, esta necesitaba una infusión importante de capital. En el año 2019 Open AI funda una estructura adicional que responde a la original, pero que si tiene el lucro como un fín. Para entrenar y probar las nuevas generaciones de GPT se requería a acceso a poder computación, eran S$1.000 millones inicialmente y después mucho más. Rápidamente se concentraron en Microsoft, que podía proveer ambos. Microsoft tuvo la claridad y la valentía de sobreponerse a una dolorosa realidad, que después de 20 años y miles de millones de US$ invertidos en una unidad de investigación, la infusión de innovación la recibirían de una empresa con pocos años de edad. Por supuesto, OpenAI no podría existir sin el respaldo de un importante proveedor de Nube. Por su lado, Microsoft logró un excelente acuerdo, obtuvo un interés no controlador del lado de OpenAI con fines de lucro de OpenAI (supuestamente un 49%) y una licencia exclusiva para comercializar tecnología de OpenAI. Por su lado, OpenAI está comprometida a usar Azure en forma exclusiva.
GPT se autoenseñó a programar computadoras y aprovechando su estrecha relación con OpenAI y su propiedad de Github, Microsoft lanzó Copilot. Este utiliza GPT para producir código y ha sido muy exitosa. Microsoft también planea más adelante integrar la tecnología de OpenAI a las nuevas versiones de sus productos de oficina. Los usuarios pagarán más por ellos y eso representará ingresos adicionales para OpenAI.
El nuevo OpenAI y el futuro
Fue fundada originalmente como una operación de investigación sin fines de lucro, sin embargo la gran mayoría de sus empleados hoy en día trabajan para una entidad con fines de lucro y con un valor de mercado de US$30.000 millones. Tiene ahora la presión de generar una revolución en cada ciclo del producto, en una forma que satisfaga las expectativas comerciales de los inversionistas y de mantenerse liderizando en un ambiente tremendamente competitivo. Debe lograr todo esto en una misión casi mesiánica de elevar la humanidad en lugar de destruirla. Su personal ahora incluye abogados, expertos en mercadeo y diseñadores de interfases de usuario. OpenAI contrata a cientos de moderadores de contenido para educar a sus modelos en las respuestas inapropiadas o dañinas que pueden producir los prompts de millones de usuarios. Tiene buenos gerentes de producto e ingenieros trabajando constantemente en las mejoras de sus productos y pareciera llamar cada dos semanas a los medios para hacerles demostraciones – al igual que cualquiera de los gigantes de la tecnología.
Internamente consideran que la transformaci;on tecnológica es de proporciones tan gigantescas, que aun si cada empleado hiciera su parte no esta garantizado el éxito. Ahora bien, si todo funciona bien, todos tendremos una mejor vida. Lo más difícil es que continúen apareciendo las nuevas ideas. Open AI se está tomado su tiempo para el desarrollo de la próxima versión de su Gran Modelo de Lenguaje. Es difícil de creer, pero la empresa insiste que no ha comenzado a trabajar en GPT-5, el producto que muchos esperan. Considerando la historia de OpenAI, la próxima gran innovación pudiera ocurrir cuando aparezca un descubrimiento o ruptura de la magnitud de los transformer. Sam Altman opina que tienen el mejor laboratorio de investigación en el mundo y espera que la próxima innovación provenga de OpenAI. Aún si eso no llegara a pasar, la empresa utilizará los avances de otros, como se hizo con el trabajo de Google. Mucha gente en el mundo está trabajando en Inteligencia Artificial.
Se hace referencia a What OpenAI Really Wants. La imagen es cortesía de Designer.
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