Los bancos, reyes del capital, podrían ser destronados por las plataformas de pago. Los bancos utilizan los depósitos, el dinero de otros, para extender préstamos y los clientes esperan recibir de vuelta el total de sus depósitos. Esto les provee una enorme ventaja en servicios financieros, por cuanto la recepción de depósitos y los préstamos son complementarios. Por ello, los bancos han resultado ser proveedores de todos los servicios financieros que un cliente pueda requerir, desde una tarjeta de crédito hasta una hipoteca o asesoría financiera. Sin embargo, hoy las instituciones financieras modernas son una interfaz entre los individuos y su capital, y las ganancias (o pérdidas) son retornadas a los individuos. La gente puede colocar su propio dinero, donde el fondo actúa como un simple instrumento.
Simultáneamente, el poder de las empresas financieras no bancarias ha ido creciendo. Esto ha provocado que los balances que los bancos utilizan para apoyar los préstamos sean menos valiosos y los gigantes tecnológicos están aprovechando su poder competitivo para ir penetrando el negocio de los bancos. Este proceso complica a los reguladores y podría terminar desestabilizando a la banca.
Servicios financieros personales de las plataformas
Los modelos de servicios financieros de los competidores tecnológicos nacieron una vez que estos se convirtieron en un proveedor dominante de un servicio que los clientes utilizan en forma diaria. Apps como Grab en Singapur o Gojek in Indonesia iniciaron como proveedores de servicios de transporte compartido, Mercado Pago nació como brazo financiero de MercadeLibre (el principal portal de ventas por Internet en América Latina) y los más avanzados son AliPay y WeChatPay en China. AliPay nació para responder a clientes del portal de ventas por Internet Alibaba que buscaban una forma segura de pago y hoy tiene 1.000 millones de usuarios activos y en 2019 manejó US$16 trillones en pagos.
Sistemas de pagos empresariales
Stripe es un proveedor de pagos para empresa, cuyo valor actual de US$95.000 millones y eso lo convierte en la empresa tecnológica más grande de Estados Unidos. Como plataforma, ella atrajo empresas pequeñas al facilitarles la incorporación de pagos a sus páginas web y de allí se expandió a nómina y servicios de manejo de efectivo. Su éxito es una prueba que pudieran estar a riesgo los servicios financieros personales, la banca de retail y también la corporativa.
Amenazas para los bancos
- Márgenes – las empresas tecnológicas pueden ganar tan poco como 0.1% por cada transacción, menos de aquello que los bancos obtienen de las tarjetas de débito.
- Volúmenes de usuarios – las plataformas de pago de las tecnológicas se pueden convertir en una puerta de entrada para que estas atraigan todavía más usuarios.
- Data sustituyendo el colateral – Las plataformas tecnológicas, con el apoyo adicional de Inteligencia Artificial, pueden determinar la solvencia crediticia del prestatario sin necesidad de colaterales. En este caso, los prestamistas pueden terminar conociendo la capacidad de pago mejor que los prestatarios mismos.
- Sinergias con otros productos financieros – es relativamente simple dar el paso para ofrecer servicios como administración de activos y seguros, tal como lo hizo Ant en China. Los límites están en manos de los reguladores.
- Bancarización de los no bancarizados – los nuevos sistemas de pagos son más fáciles de usar. Upi en la India, conectando números de teléfonos móviles a data biométrica y cuentas bancarias, ha ayudado a la gente en la obtención de un acceso más barato a servicios financieros. Entre 2014 y 2018, 315 millones de indios previamente no bancarizados abrieron cuentas bancarias, depositando el equivalente a más US$12.000 millones y han recibido 237.000 tarjetas de débito.
Licencias para operar como banco
Algunas plataformas, como Grab la cual está a punto de salir a la bolsa con una valuación de US$40.000 millones, han adquirido licencias para operar como un banco. Si esta fuera una tendencia podrían aparecer unas nuevas enormes empresas como bancos. Sin embargo, la mayoría de las tecnológicas han optado por no adquirir dichas licencias. La banca, operando dentro de un sector fuertemente regulado e intensivo-en-capital, genera anualmente ingresos por US$3 trillones y un retorno de capital de 5-6%. Las firmas tecnológicas, con pagos y la distribución de productos, generan ventas por US$2.5 trillones con un retorno del 20%.
Banca abierta
El debate sobre los monopolios tecnológicos se concentra hoy alrededor de la interoperabilidad, principalmente de la data del usuario. Si el comportamiento en línea puede identificar información para determinar el que un cliente califique para un préstamo, esta sería más útil si pudieran tener acceso a ella diferentes proveedores financieros potenciales. La idea de compartir data de esta forma, denominada “banca abierta” está siendo acogida por los reguladores en Europa.
Reguladores y riesgos bancarios de las plataformas
En el caso de Ant en China, ella y sus competidores, han tenido que retirar algunos de sus productos crediticios para obtener nuevas licencias para sus negocios y se han visto obligados a capitalizar – en la práctica parecerse y actuar más como un banco tradicional. En Europa, los reguladores están igualmente inquietos como en China. Los riesgos provenientes de los mercados de capital son diferentes. Es factible que el balance de los bancos provea a futuro una proporción más baja de los préstamos, pero siendo los bancos las únicas instituciones que pueden aceptar depósitos su rol no desaparecería. Pero la llegada de un gama más amplia de participantes en el mercado financiero cambia la vida de los reguladores.
Se hace referencia a How fintech will eat into banks’ business.
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